Cuando veo un viajero
Últimamente me he dado cuenta que mi rostro cambia cuando veo un viajero. Se me hace una mueca de felicidad, un instante maravilloso que voy a intentar explicar con palabras.
Para empezar un viajero para mi es una persona que su vida es viajar, que siente cuando viaja, que vive el viaje. Los suelo divisar siempre y se diferencian del típico turista con su palo de selfie ( que tanto se lleva de moda y acabare comprándome) LOL.
Me encanta mirarles y pensar que dentro de poco estaré yo así, así de feliz. Sin pensar en nada más que lo que voy a ver ese día, en lo que voy a comer y donde voy a dormir. Que mi máxima preocupación sea ajustar mi presupuesto para realizar mi viaje.
Les miro, les observo y mi mente se llena de imaginación y empieza a hilar retales de viajes, de experiencias que habrán vivido.
Empiezo por sus zapatos, sus “trotamundos” hechos polvo… Y es lo que tiene ser viajero… andar será tu transporte más utilizado y hay que llevar una buena carrocería aunque al paso del tiempo este un poco magullada. Sandalias en verano y botas o deportivas en invierno.
Siempre observo sus vestiduras. Un auténtico viajero le importa muy poco la ropa que lleva, sino la experiencia que va a vivir en ese día. Suele mezclar colores y colores que nunca hubieses imaginado en un outfit tuyo. (Me encanta cuando llevan esos pantalones hippies de miles de colores) más, quizás, que el conjunto de travesía de alguna marca conocida.
Ojeo su mochila, el color, lo grande que es, la marca, si lleva los zapatos por fuera o una bolsa de basura donde guarda su ropa sucia, y sobre todo el tiempo, la guerra y la adversidad que lleva esa mochila recorriendo el mundo. (Sera porque quizás aún estoy sin mochila y ya empieza a urgirme la necesidad de comprarme la mochila de la vuelta al mundo)
Me fijo en sus manos, siempre sujetando un libro (su alma gemela en el viaje), un iPod con sus cascos evadiéndose de las ruidosas calles de Londres. O simplemente su teléfono intentando buscar un lugar en las aplicaciones que se ha descargado.
Observo su pelo. Siempre pienso cuando veo una mujer viajera como cuidara su pelo. Porque es un agobio absoluto y tienes que dedicarle mucho tiempo. Yo después de la ruta 66 me cortare el pelo, a no ser que L’Oréal Paris u otra marca de champús se anime y decida patrocinar mi pelo alrededor del mundo. Jejeje #porqueyolovalgoRTW
Y sobre todo, me fijo en su cara, esa carita de felicidad y de alegría que les sale por los poros de la piel. Siempre tienen una sonrisa e incluso para mí que les llevo observando desde hace un rato y deberán pensar que hace esta tía mirándome tanto tiempo.
O quizás simplemente este en mí, en mi mente, en las ganas que tengo de irme, de dejarlo todo para cumplir mi sueño… DAR LA VUELTA AL MUNDO.
- Escapada a la Bretaña
- Entre nubes y volcanes: De Cabo de Gata a La Alpujarra
Que observadora Paula!
Yo miro algunos detalles en los viajeros a tiempo completo, especialmente este tiempo en que solo pude viajar como «turista».
Muy buena la foto de Dani como pastor jaja. saludos!
Que ganas de dejarlo todo ehhh!! Cuanto os comprendo!! Que bueno el post✌️
Siii! Nosotros ya somos viajeros! Y nos sentimos tan bien! 🙂 un besazo